Para la Coordinadora del Laboratorio de Cultivo de Tejidos y Biología de Tumores de la UCV, Elizabeth Merentes, existe un mercado a nivel mundial que juega con las esperanzas de muchos pacientes. “Hablar de la utilización de células madres del cordón umbilical para curar enfermedades es crear falsas expectativas en personas con problemas de salud”
Señala que si bien es cierto que estas
células presentan un potencial para diferenciarse en diversos tipos
celulares, aún se requiere de una amplia investigación para determinar
su posible transformación en tumores.
“Solo se ha comprobado que funcionan
para ayudar a pacientes con enfermedades hematológicas, como la
leucemia, pero las mayores aplicaciones a nivel terapéutico se realizan
con células madre provenientes de tejidos adultos”.
Dentro del laboratorio que coordina Merentes, adscrito al Instituto de Biología Experimental (IBE),
desarrollan y aplican técnicas de cultivo de tejidos provenientes de
diversas fuentes (tejido adiposo, cartílago, cordón umbilical y medula
ósea), para desarrollar modelos in vitro que permiten estudiar la diferenciación celular, así como factores involucrados en la progresión tumoral.
“Aquí trabajamos principalmente con
cultivos celulares, específicamente con células madres mesenquimales y
hemos logrado grandes avances en lo que es estandarización y
diferenciación, pero no para la aplicación en pacientes, sino como
modelos que permiten estudiar algunos eventos de especialización
celular. Por ejemplo, en cartílago, ya sabemos cuáles son los factores,
que a partir de células madres indiferenciadas, pueden inducir un
proceso de canalización hacia células de cartílago, es decir, esos
componentes que requiere el microambiente de la célula para que logre
diferenciarse”, explica Merentes.
Expresa que han trabajado más a nivel
experimental porque no poseen las condiciones de infraestructura
adecuada para ir más allá. “Se requiere un laboratorio de bioingeniería
tisular con sistema de gestión de calidad para asegurar que, cuando se
esté produciendo un tejido o una célula, éstas sean seguras para la
aplicación en pacientes”.
Para Merentes sería de gran impacto ser
un centro de terapia celular y estar realizando las primeras
aplicaciones terapéuticas en Venezuela a nivel de cartílago articular.
“Pero mientras tanto, es importante la investigación básica para luego
trasladarla a la aplicación clínica”.http://ucvnoticias.ucv.ve/wordpress/?p=16876
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