114 años de Villanueva: el criollo integral
Este 30 de mayo se cumplen 114 años del nacimiento de Carlos Raúl Villanueva. El creador de la Ciudad Universitaria de Caracasnació en Inglaterra, se formó en Francia pero una vez residenciado en el país, a partir de 1928, rápidamente asimiló la idiosincrasia venezolana, siendo reconocido como el criollo integral
Villanueva nace en la sede del Consulado de Venezuela en Londres, Inglaterra, el 30 de Mayo de 1900, hijo de Carlos Antonio Villanueva (1865-1925) y Paulina Astoul (1869-1948) .
Don Carlos Antonio era un historiador y diplomático venezolano que se encontraba en ese momento representando a su país, como Cónsul, ante el gobierno británico; Paulina Astoul era francesa, proveniente de una familia de origen vasco residenciada en Argentina y Francia.
Los descendientes de la pareja nacieron en diferentes países: Marcel en París, Sylvia en Caracas, Susana en Londres, y Laureano en Caracas; siendo Carlos Raúl el quinto y último hijo, además de ser el único de sus hermanos en regresar a Venezuela.
El joven Villanueva creció en el ambiente diplomático europeo. Vivió sus primeros siete años en Londres y luego se trasladó a Francia, donde realiza estudios de educación media en el Lycée Condorcet en París, para luego matricularse a fin de estudiar Arquitectura en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts (Escuela Nacional Superior de Bellas Artes) de París.
De vuelta a Venezuela
En 1928 Villanueva obtiene el título de arquitecto y viaja por primera vez a Venezuela, tierra natal de su padre. Aquí se encuentra con una sociedad muy distinta a la Europa en la que había vivido y tiene que ajustarse a esta cultura, a sus costumbres, e incluso debe aprender su lengua. En la web “centenariovillanueva” se lee:
“Esta toma de tierra de Villanueva en Venezuela puede considerarse como un segundo nacimiento desde el punto de vista psicológico y social; pues tiene que comenzar desde aprender a leer y escribir en castellano, aclimatarse a una nueva geografía tropical hasta amoldarse a una sociedad predominantemente rural.”
De a poco se introduce en la vida social caraqueña, estableciendo fuertes amistades con Alfredo Boulton, Arturo Uslar Pietri, Guillermo Meneses, Sofía Imber, Jesús Soto, Armando Reverón, entre otros intelectuales y artistas del ámbito venezolano. Es así como conoce a Isabel Margarita (Margot) Arismendi, hija del urbanizador Juan Bernardo Arismendi, con quien se casa en 1933, procreando 4 hijos.
A mediados de 1937 regresa a París (Francia) y retoma sus estudios en el Instituto de Urbanismo de la Universidad de París; pocos meses después decide dirigirse nuevamente a Venezuela.
Durante este lapso de adaptación y arraigo a la tierra venezolana comienza a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas y permanece por años al servicio del Estado, desde donde desarrolla una importante labor urbanística y arquitectónica que abrió camino para la modernización de Venezuela y para el avance de la arquitectura como profesión.
Variadas fueron las obras del arquitecto en el país, así como numerosos fueron los reconocimientos: individuo de número en academias nacionales y extranjeras, miembro honorario de instituciones internacionales de arquitectura, con premios, placas y menciones en innumerables congresos, bienales y eventos; en 1961 la UCV le confiere el título Doctor Honoris Causa en Arquitectura y en 1963 se le otorga el Premio Nacional de Arquitectura.
Carlos Raúl Villanueva fallece en Caracas el 16 de agosto de 1975, a los setenta y cinco años de edad. Sus restos fueron trasladados al Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas para rendirle un último adiós.
De ”musiú” a criollo integral
Uno de los aspectos personales que más se destaca en la biografía del arquitecto es su interés y esfuerzo por integrarse a la cultura venezolana, al punto de asimilar como propia la idiosincrasia criolla.
Al respecto, la propia Margarita Arismendi de Villanueva cuenta la siguiente anécdota:
“Yo creo que lo que más le gustó a Carlos de mí era que hablaba un francés perfecto. Al principio de nuestra relación hablábamos siempre en francés, aunque al poco tiempo le dije que mejor empezábamos a hablar en español para que se le soltara la lengua, porque aunque lo hablaba bien, era un poco gago…
Nunca perdió su acento francés, pero con el tiempo logró perfeccionar su gramática española tomando clases en el Pedagógico con el profesor Hugo Ruán. La gaguera sí la perdió, ¿cómo lo hizo?, al principio era todo un misterio, ya estábamos casados y venía a la casa un hombre en una moto… Lo llamaban “el sordomudo”, resulta que era un especialista vasco en fonética que se dedicaba a enseñar a hablar a sordomudos y fue él quien le quitó la gaguera a Carlos.”
El ingeniero Ricardo de Sola en un artículo publicado a razón del centenario del arquitecto expresa que son pocas las personas que, formadas en el exterior, han podido adaptarse a las idiosincrasias del venezolano como lo hizo Villanueva.
“Como confirmación de ello, estimo oportuno reproducir un párrafo de una carta que escribiera el arquitecto Luis Eduardo Chataing desde Madrid en 1968, en la que le dice:
Te recuerdo como si estuviera viéndote ahora mismo, elegantísimo, de traje oscuro, con guantes y guetas color champagne, ‘camarita’ y bastón, y es, tu prosodia afrancesada de la cual todavía hoy no has logrado desprenderte del todo. Además menos gordo y con un poco, que no mucho, de más cabello. ¿Quién iba a decirme entonces que ese ‘musiu’ llegaría a ser uno de mis amigos más queridos y el criollo integral que en todos los aspectos ha llegado a ser?”
Fuentes consultadas:
Biografía de Carlos Raúl Villanueva. www.centenariovillanueva.web
Caracas en retrospectiva. La dama elocuente. http://mariafsigillo.blogspot.com/
Carlos Raúl Villanueva: el arquitecto, el humanista. http://www.fundacionvillanueva.org/
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